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Consejos para hacer que tu negocio sea más accesible
Tal y como os comentamos en el post anterior, nuestro equipo está recibiendo formación sobre Accesibilidad en la Atención a Clientes. Pero qué es la accesibilidad y cómo puedes aplicarla en tu empresa.
¿Qué es un negocio accesible?
En la conocida como Ley General de Discapacidad, se define la accesibilidad como la condición que deben cumplir los entornos procesos, bienes, productos y servicios. Así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad, y de la forma más autónoma y natural posible. Presupone la estrategia de «diseño para todos» y se entiende sin perjuicio de los ajustes razonables que deban adoptarse.
En resumen, hemos de entender la accesibilidad como una cadena de múltiples eslabones. En el momento en que uno falle, se rompe toda la cadena y el conjunto deja de ser accesible.
La accesibilidad es útil para todas las personas, pero resulta imprescindible para las que tienen alguna discapacidad o limitación funcional.
Según algunos estudios, el 40% de la población europea requiere de entornos más accesibles. Esto supone que más de 200 millones de personas tienen dificultades para realizar actividades cotidianas como consecuencia de limitaciones funcionales.
No obstante, algunas empresas siguen siendo reticentes a crear productos, servicios y espacios más accesibles. No están dispuestos a asumir el esfuerzo y el coste que puede suponer ofrecer esta accesibilidad.
¿Cómo mejorar la accesibilidad de mi negocio?
Este tipo de soluciones no siempre son complejas, caras o llamativas. Al contrario, existen muchas técnicas sencillas, agradables desde el punto de vista estético y que no implican una gran inversión económica.
Es más, en la mayoría de ocasiones, es solo una cuestión de previsión, aprovechamiento de recursos y sentido común. Soluciones como hacer una puerta más ancha o proporcionar información en varios formatos, responden a las necesidades generales de la población y no solo no perjudican a nadie, sino que benefician, potencial o realmente, a todas las personas.
Tanto para abrir un nuevo espacio dedicado a la atención de clientes como para reformar uno existente, se necesita un proyecto firmado por un arquitecto. Los requisitos básicos de accesibilidad en España los encontramos en el Código Técnico de la Edificación (CTE), más concretamente en el Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad.
Por tanto, los aspectos más importantes a tener en cuenta son:
Entrada o acceso principal accesible
Resulta imprescindible que no haya desniveles o que estos se puedan salvar mediante rampas, escaleras mecánicas, elevadores o ascensores. También son fundamentales las puertas, atendiendo a su anchura, mecanismo de apertura y señalización.
Accesibilidad en el pavimento y las zonas de circulación
Se emplearán materiales homogéneos, no deslizantes y de tonos mate. Debe haber señalización mediante resaltas, espacio suficiente para la circulación y sin obstáculos que puedan provocar accidentes.
Accesibilidad en los accesos interiores
Al igual que en la entrada, hay atender a los desniveles y puertas.
Accesibilidad en el mobiliario
Incluyendo mostradores, taquillas, mesas, puntos de información, estantes, expositores, etc. En cada caso, hay que considerar las medidas, el diseño ergonómico, la visibilidad de los elementos y que la comunicación entre personal de atención y clientela sea fácil.
Accesibilidad en la zona dedicada a la espera
Hay que garantizar la existencia de puntos de apoyo isquiáticos y/o asientos con respaldo y reposabrazos, para permitir el descanso a personas con problemas de deambulación, mayores y embarazadas, entre otros.
Sistemas de comunicación más accesibles
Por ejemplo, para indicar los turnos de atención, esta se proporcionará por vía visual y auditiva.
Accesibilidad en los dispositivos electrónicos, máquinas expendedoras, cajeros automáticos y máquinas de cobro.
Hay que tener en cuenta la accesibilidad de los siguientes elementos: interruptores, botones y teclados, dispositivos de intercomunicación, iluminación y contraste de la pantalla, sistema de pago, apertura y cierre de compuertas, etc.
Accesibilidad en los aseos y baños
Además de todo lo anterior, debe haber inodoros y lavabos adaptados para personas con movilidad reducida y, preferentemente un aseo accesible para cada sexo.
La accesibilidad en todos los espacios usados por personas
Se debe considerar la iluminación, el contraste visual de los elementos, la temperatura, la señalización, los sistemas de alarma y los mecanismos de apertura de puertas, ventas y mobiliario, así como de encendido/apagado de luces y conexión/desconexión de sistemas y dispositivos.
En conclusión, se trata de respetar siempre la cadena de accesibilidad para que la experiencia de quienes acudan al local sea accesible por completo.
Desde Gran Vía Abogados Digitales, nos gusta trabajar constantemente en la mejora de nuestros servicios en cuanto a accesibilidad se refiere. Te invitamos a que implantes algunos de estos sistemas en tu empresa.
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Fuente: UNED – Curso ‘Accesibilidad en la Atención a Clientes’ (3ª ed.)
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